Antojitos mexicanos

¿conoces esa incomodidad de estar nervioso en el paraíso?

Serrat dice:

No hago otra cosa que pensar en ti...
Por halagarte y para que se sepa,
tomé papel y lapiz y esparcí
las prendas de tu amor sobre la mesa.
Buscaba una canción y me perdí
en un montón de palabras gastadas.
No hago otra cosa que pensar en ti
y no se me ocurre nada.

Enciendo un cigarrillo, y otro más...
Un día de estos he de plantearme
muy seriamente dejar de fumar,
con esa tos que me entra al levantarme...

Busqué, mirando al cielo, inspiración
y me quedé colgado en las alturas.
Por cierto, al techo no le iría nada mal
una capa de pintura.

Miré por la ventana y me fugué
con una niña que iba en bicicleta.
Me distrajo un vecino que también
no hacía más que rascarse la cabeza.

No hago otra cosa que pensar en ti...
Nada me gusta más que hacer canciones,
pero hoy las musas han "pasao" de mí.
Andarán de vacaciones.

De una vez y para siempre. Bienvenida wey.

"...Señorita, por favor, suba otra botella de Tequila! hace tanto calor! la vida es siempre tan tranquila! Que voy a emborracharme en su honor!
Y a la salud de México!!!!!!..."

Hombres G "México" from
"Voy a pasármelo bien"

Nubes y cemento

El apaño no está nada mal. Pero se nota. Resulta que uno, con toda su buena fe, insta a cierta persona a echarle una mano en cierto trabajo gráfico. Y ella me echó la mano, pero al cuello. Tras varias charlas telefónicas conseguimos que encuentre el paint, abra la foto y la ajuste al tamaño deseado. Le pido que, por favor, escriba el texto "cómo mezclo nubes y cemento". Ella efectúa la acción con disciplinada obediencia. Llamadme tikismikis o simplemente desconfiado de la capacidad intelectual de la paciente pero, con un tono sosegado, acierto a preguntar: "¿has escrito como con acento?" Hice bien. El como no llevaba acento. Por las particularidades del programa informático Paint, que el señor Bill Gates inventó una noche tras sentarse durante dos minutos sobre su mano izquierda, dejándola sin sangre y apunto de morir, para luego fustigarse con ella pensando que le gayolaba otra persona o ente extraterrestre, decía que por las particularidades idiosincrásicas del programa ("por no decir excentricidades extrañas" que convendría Bruno, tú siempre tan oportuno) éste no permite retocar los textos ya escritos, por lo que invité a la susodicha a poner un acento de postín con el pincel blanco. La actividad que acabo de relatar nos llevó apróximadamente 57 minutos con 53 segundos. Todo un hito en la historia informática. Cuando todo parecía terminado por fin, colgué. El objetivo de este laborioso ejercicio no era sino el de enviar una imagen a una página web. Al llegar a casa, fui a contemplar mi obra en dicha web. Mi sorpresa fue mayúscula cuando vi, etupefacto, que, efectivamente, el como llevaba acento extraño, pero que nubes estaba escrito con V!!! "cómo mezclo nuves y cemento". En fin, igual que uno no confiaría un bebé a un gato con lepra y gonorrea crónica, tampoco hay que confiar trabajos gráficos a amigas o sucedáneos con asignaturas pendientes de la EGB. Ya lo dijo un sabio onanista: "las últimas sacudidas, como uno mismo nadie". Pues al caso es lo mismo. No dejes para tus allegados lo que no puedas hacer tú.

En su defensa diremos que días más tarde me envió esta rectificación extraña. En la Riviera Maya me contará qué tal sus andaduras sessssuales, si las tiene, que uno ya no sabe qué creer.

Como dices que ya no tajunto, te dedico el post. Y prometo, acuñando una de tus frases más célebres, no volverte a meter en "sombreros de once varas".