Wednesday, March 19, 2008

Petit Princep


Normalmente habla muy rápido. Demasiado rápido para entenderle a la primera. Así que recurrimos a su personal-traducteitor, es decir, mi hermana, su madre. Donde nosotros oímos "nañiñañoñañiño", ella escucha "Las natillas del Ronaldinho". Cuando parecer haber dicho "cuf", ella le trae "suc" (normalmente de piña). Cuando él dice "potabe?" con el dedo levantado, ella sabe que le está diciendo que se va a portar bien, que no va a volver a hacerlo. Y así con todo, día tras día. Justo en este momento estará en brazos de mi madre, su abuela, escuchando el "pon porropon pon" de los tambores y gritando "viva" tras alguna procesión. A él le encanta. Nosotros estaremos bastante lejos esta vez, ellos han bajado, nosotros subimos. Pero he de confesarte que durante estos cuatro días pienso convertirme en un sucedáneo de él. Sólo pienso dormir, jugar, ver películas y tocar la guitarra. Pienso además hablar muy rápido y con gestos incrompensibles. Aunque sé que sabrás entenderme. Porque tú eres para mí lo que él es para mi hermana, su mitad, su equilibrio, su estrella polar.
Tendrás un Sergi en Llafranch, a escala, tumbado de nuevo en el Petit Cel. El lunes, detrás de una mona de chocolate, veremos al verdadero de vuelta. Intentando "portar-se bé".