Es un gran estudiante, le gusta tanto estudiar que aún sigue estudiando y eso que ya está en edad de merecer. Su asignatura preferida es Història del Periodisme, de Carles Geli (ese señor tan listo y buena persona). Es un folleitor y un farsante. Lo que le convierte en el sujeto ideal para formar parte de la Fiesta de Blas. En sus ratos libres hace llamadas telefónicas. Le gusta el orden y que la gente coja su turno. Es un artista contando chistes de Maradona, el esquiador. Es un hombre de buenas costumbres: cada septiembre decide sacarse el carnet de conducir. Es socorrista de la Cruz Roja en la playa. Le gusta ir en bici. Él se ríe de los retrasos de Renfe y los socavones del Ave. Desde hace tiempo es el único damnificado conocido del llamado "Triángulo de las Bermudas de Sitges". Un extraño suceso paranormal que hace que los trenes que él coge sufran retrasos en el trayecto Vilanova-Barcelona. Ha presentado reclamaciones y ha pedido la dimisón del responsable en cuestión. No ha encontrado respuesta, por el momento. Sabe hablar inglés, italiano, alemán, catalán y castellano. Habla con su madre en un idioma raro por el móvil. Él dice que es alemán, pero seguro que es una farsa. Le gustan los helados de dos bolas. Está preocupado por el medio ambiente. Tanto que pasa horas y horas arreglando su jardín. Es un gran bricólogo. Tenía una novia que parecía su hermana. Es muy muy del Barça. Pero para un cumpleaños le regaló a un amigo su histórica camiseta culé. Justo el día que nos llevó a la feria donde a ese amigo le tocó disparando un dominó azulgrana. Hace fotografías en las discotecas. A más de una amiga le ha hecho un book. Sabe de todo lo que quieras: cine, política, deporte, música, etc. Dice que soy un exagerado. Durante un tiempo tuvo una grave enfermedad. Según le dijo el doctor el alma le había empezado a crecer más de lo normal. Le aconsejaron que se volviera mala persona para detener el problema. Él no hizo caso. Tuvo que engordar para que el alma le entrase. Luego un científico descubrió una vacuna para paliar su dolencia sin que tuviera que volverse enfadón. El remedio sólo tenía un pequeño efecto secundario: una partícula del cerebro se altera y no te permite estudiar. Cuando se enteró se compró un pinganillo para hacer exámenes. En el primer intento sacó un 8. La profesora le felicitó. Todo el mundo lo conoce, pero no todos saben quién es. Para eso ya estamos sus amigos: eres el mejor!
Bruno, tú siempre tan oportuno!
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