Por fiesta se entiende un rito social en el cual las personas marcan cierto acontecimiento o alguna ocasión especial, como un cumpleaños, agasajo, boda, aniversario, homicido, examen, etc... reuniéndose y desinhibiéndose o adoptando un rol para la ocasión.
Por Fiesta de Blas, por tanto, entendemos una fiesta promovida por el amigo Blas.
La legendaria Fiesta de Blas se celebra puntualmente de vez en cuando, aglutinando seres y especies con dudosos intereses. Da igual una pista de baile, una bolera o un cine, la Fiesta de Blas es una manera de sentir, un estilo de vida único y deleznable.
Precisamente ésta es una de las palabras más utilizadas por los participantes en la fiesta. Puede emplearse en modo peyorativo o simplemente cuando no se sabe qué palabro mentar para definir cualquier acto, persona o situación. La Fiesta de Blas es, por tanto, realmente deleznable.
Los más antiguos del lugar son llamados Farsantes. También existen calificativos como Folleitor o Pilleitor, entregados gustosamente a aquellos más vivos en las artes amatorias. El jefe de expedición es Blas, que en ocasiones adopta la imagen de Miguel Miguel, en la foto, junto a Farsante Vimerà.
El derecho de admisión queda abolido. Sólo podrán asistir a la Fiesta de Blas todos aquellos/as que asistan a la fiesta. Sino se asiste, no se puede asistir. Porque para hacer lo que hay que hacer, hay que hacer lo que hacer. Ya lo dijo Fernando Martín.
El único requisito mínimo indispensable, llámale x, es que todo energúmeno conozca el himno de la Fiesta de Blas:
"En la Fiesta de Blas, en la Fiesta de Blas,
todo el mundo salía con unas cuantas copas de más."
