Definitivamente has conseguido desarrollar mi sexto sentido. O el séptimo. O el octavo. No sé cuántos sentidos tengo sin desarrollar, pero en cualquier caso has conseguido que mis ojos se hermanen con mi imaginación cotidianamente. Desde que te conocí, desde los primeros besos, raro es el día que no descubra un lugar nuevo donde poder hacerte desenfrenadamente el amor. Ya no veo parques, ni portales, ni esquinas, ahora todo me parecen lugares idóneos para escondernos del mundo. Además he perdido completamente la noción del tiempo. Calculo el tiempo contigo. Las horas que hace que te he visto, las que quedan para verte.
Ya te lo dije, se trata de equilibrar la balanza: tantos besos por tantas balas. Consiste en eso, en beber más de la cuenta, en la gravedad de los cuerpos que se atraen, en incendiar madrugadas por gracia, en escoger portales, en gritarle a barcelona, a tu manera, que no estás de acuerdo, en vigilar que no nos vean, en que si nos ven nos aplaudan, en que sigamos soñando juntos...
En los colegios deberían enseñarlo: "es mentira, no está prohibido hacer uso del lavabo en las paradas. es mentira. está prohibido prohibir."