Monday, November 09, 2009

Bajar a barrer

Clicka en la imagen para agrandar.

Wednesday, October 21, 2009

Barcelona no tiene paraguas (han cambiado los taxis)


No estamos preparados para la lluvia. Como si nos sumiera en un laberinto caótico la ciudad se colapsa los días de tormenta. Barcelona no tiene paraguas. Debe estar de vacaciones junto con el de otra mucha gente, a razón de la gran cantidad de personas que he visto comprar paraguas en plena calle esta mañana. En algún lugar descansarán todos juntitos, los largos y los más bajitos, los de botón automático y los que te obligan a estirar el brazo y mover músculos que llevaban meses sin moverse, justo desde la última vez que llovió. También estarán los de estampados escoceses, y los de topos, y los de colores chillones, aunque quién debe mandar son los negros. Es de las pocas sociedades donde sucede, ¡se margina al blanco! ¡Black Power!. Estoy convencido que la jerarquía de los paraguas establece que los mandamases sean los típicos paraguas negros alargados con pico de aluminio y mango de madera, no tengo ninguna duda. La pregunta es, ¿ a dónde van los paraguas de vacaciones? ¿a la playa o la montaña? ¿prefieren la Riviera Maya tumbados al sol o Londres nublado? Hay quién me ha comentado que ellos trabajan cuando llueve por tanto prefieren playa, otros, sin embargo, argumentan que ellos disfrutan cuando caen cuatro gotas y que se sienten útiles, por tanto, prefieren huir a lugares húmedos y tormentosos. El caso es que por ahí andarán. Todos salvo los lisiados, quién no tiene uno, que tienen que quedarse en casa. Es mi caso. Hoy al ver que llovía he ido corriendo a buscar mi querido y abandonado paraguas, y al abrirlo…zas! Dos puntas que se han salido de la funda! Con lo que tenía dos opciones, o dejarlo estar y comprarme otro, o aprovechar y sacarle un ojo, como quien no quiere la cosa, a cualquiera de los viandantes que pasaran por mi lado. A pesar de que soy una persona poco social finalmente he decidido coger el coche. En el trayecto hasta el parking me he dado cuenta que mis bambas tampoco están hechas para la lluvia, de tanta agua que he absorbido tengo el dedo pequeño del pie izquierdo resfriado. Le he puesto una tirita con algodón a modo de bufanda y le he dado un Frenadol. Una vez en el coche resulta que la goma del limpiaparabrisas ha decidido imitar a LocoMía: salirse de la línea, moverse alocadamente por todo el cristal y consecuentemente, dar un por culo que no veas. (Disculpad la grosería, pero venía al caso para la comparación). Así que he reafirmado la teoría de que no estamos preparados para la lluvia. Más aún cuando he tardado una hora y media en hacer un trayecto para el cuál normalmente dedico no más de 20 minutos, e incluso menos por la hora que era. A partir de las 9.30, cuando la gente ya ha llegado a sus correspondientes trabajos y ha dejado a los niños en el colegio la hora punta finaliza y las calles son un paraíso donde poder conducir plácidamente. Pero hoy no ha sido así. Y es que como os he dicho, Barcelona no tiene paraguas y se sume en el más desastroso de los caos cuando llueve. En el atasco me ha sorprendido la duda que quiero dejar aquí como reflexión final. Diminuto e insignificante entre la muchedumbre, bajo una lluvia incesante y húmeda (es lo que tiene la lluvia), he mirado a través del cristal mojado a derecha e izquierda y he pensado: “De aquí a 30 minutos farà 30 minutos que estoy llegando tarde, pero… toda esta gente debe estar llegando tarde también a algún sitio, ¿no?”

Tuesday, July 07, 2009

Menos bolos, Caperucita



La noche transcurría como de costumbre: la mujer predominaba por encima del hombre, y eso a Juli no le gustaba. Bueno a Juli lo que no le gusta es ir perdiendo, da igual que sea hombre o mujer, de día o de noche. El caso es que tras los primeros lanzamientos, Marta nos aventajaba en bastantes puntos y eso provocó que el Farsante Vimerà y el propio Juli decidieran dejar a un lado su dignidad y honor, para pasarse a jugar con la bola rosa. O lo que es lo mismo, la bola que no pesa, la infantil. “Si Marta lo hace…”, era su justificación. Me ahorraré el comentario fácil acerca de lo que hace o no hace Marta y su aplicación en el cuerpo de un hombre más o menos masculino. El caso es que la victoria de Marta parecía, una noche más, inevitable. Yo intentaba dar ánimos al personal recurriendo a frases míticas de otras noches como la inolvidable “esto no es como empieza sino como acaba” (hay que añadir que lo mítico de la frase queda en que aquello empezó y acabó de la misma manera, ridiculizando al autor de la misma). No desistí en mi ardua tarea de hacer que Juli y Cesc no se vinieran abajo. Si la bola torcía su dirección hacia la derecha y acababa tirando un único bolo, el más escorado, yo gritaba “bien, bien, ése es el más difícil de tirar, vamos!!” o “eso es, como en el fútbol, por la banda, por la banda, que el centro está muy saturado!”; o si quedaba un solo bolo y no le daban, “eso es con piedad, con piedad…”

Yo, mentrestant, iba haciendo mis puntitos y acercándome peligrosamente a los líderes de la clasificación. Nadie en ese instante podía imaginar cuál sería el desenlace final del juego. Marta, que viene a ser como Fernando Torres: sólo tiene un regate, se mantenía firme en su suma continuada de puntos. Quiero aclarar que el también conocido como “Regate de Torres” consiste en arrastrar la pelota con el pie del centro hacia el lado derecho imitando el también famoso “Regate de Raúl”, en este caso hacia la izquierda (* ver tercer gol del Madrid en la final de la Champions frente al Valencia). Marta, como digo, es el Fernando Torres de los bolos: siempre tira de la misma manera. O dicho de otra forma, sólo tiene un tiro, sin fuerza y por el centro. Lo cual es bueno cuando están todos los bolos juntos, porque siempre acaba tirando muchos, pero es un desastre cuando le quedan bolos a los lados, porque todos sabemos que el tiro de Marta irá (vamos todos a la vez, que os lo sabéis, como CR9..) “1, 2 y 3…” SIN FUERZA Y POR EL CENTRO! Yo fui el primero en darme cuenta del dato y aproveché la circunstancia para dar caza a los líderes en la última tanda da tiros (bueno, la última tanda de tiros se la pegó el Farsante, “le das una ensaimada y te deja un cruasán”, en su casa, pero esto es otro tema). Aguantando la presión esperé mi turno final para adelantarme en el marcador. La tensión hizo mella en mis tres contrincantes que no pudieron más que acabar resignados no felicitándome (cosas de la educación pública impartida en Sant Andreu).

Tras el útimo lanzamiento, en el que se decidía el vencedor, Marta se quedó de la manera que véis en la foto (clicka para ampliar). No, no es un montaje. Marta esperaba que, modificando cualquier norma establecida en cualquiera de las boleras del mundo, le dejaran volver a tirar para ganarme. No pudo ser. Mi alter ego, amante de lo retro, apareció para comentar no sin el correspondiente sarcasmo, aquello que popularizaron en los 80 los chicles de fresa (a mi los de menta no me gustaban) “sigue probando, hay muchos premios”.




El del baloncesto
La reincidencia en los errores suele ser un mal del que adolecen muchas personas, entre las cuales me incluyo. En este caso, fue el Farsante quién tras haberlo machacado al juego de basket y posteriormente a los bolos (quedó último), no tuvo otra idea que retarme a otra partida baloncestística (deporte en el cuál se cree un ser superior). Los antecedentes de nuestras particulares luchas bajo los tableros nos remontan a la universidad, donde el Chicho Terremoto que llevo dentro venció sin paliativos en un 21 a Óscar Ruud Herreros y al propio farsante, jugadores pseudoprofesionales del deporte en cuestión durante aquella época. Ni los más viejos del lugar recordaban derrota semejante. Hacía tiempo que no me extendía en mi faceta de este deporte menor, pero el viernes volvió a surgir la oportunidad. La imagen no deja lugar a dudas: yo la tengo más larga. La tira de puntos que te da la máquina, se entiende. La foto siguiente demuestra lo que hizo el farsante nada más conocer el resultado: ir corriendo a cambiar dinero para probar suerte otra vez. Amigo Cesc, no hemos aprendido nada. Con dinero no se consigue todo, lo único: que tras ganar un triplete histórico hayáis pasado del tri-tranquilo a la madridi-tris más absoluta, CR9 & Co mediante.
Así que menos Bolos, Caperucita.

Thursday, June 18, 2009

Cómo llegué a trabajar en el The New York Times


Tengo la extraña necesidad de iluminar para sentirme iluminado. Dicho así a la frase le falta la palabra "ángel" o "alas" para ser una canción de Maná. Otro día hablaré de los artistas musicales mexicanos y su repetición constante de los temas. Dejando a un lado lo espiritual de Maná, sólo apunto dos: Luis Miguel, que lleva cantando la misma melodía con diferente letra toda la vida; y Santana, que hace el mismo punteo en todas las canciones, en todas! colaboración con Eros en "Fuego en el fuego", "Corazón Espinado" con Maná... Mítico es el vídeo de Smonka con el tan parafraseado "Venga ya Santana, vete a la mierda, siempre con el mismo punteo".

En fin, a lo que iba. Que no sé estar solo. Como si necesitara una mitad para sobrevivir. Llevo 26 años intentando averiguar por qué. Pero tampoco me molesta mucho. Sé que hay estrellas, no cuántas hay, que dice Vallesi. Para sentirme menos solo canto, y a veces pienso cosas raras. Una vez decidí montar una empresa, y encontré inversores y una subvención de 30.000 euros. Y doy fe de que la idea es rentable a corto plazo, además de ser innovadora y entretenida. El proyecto está en pause a falta de tiempo.

Vimerà me suele recordar la frase que más ha escuchado de mi boca desde que nos conocemos "ahora porque estoy liado, pero a partir del mes que viene nos ponemos...". A mi la que más me gusta de él es la de "no te digo ni que sí ni que no", siempre que le propongo un plan para la noche en cuestión. Luego están sus grandes hits. Cómo no acordarse de su "corriendo por la alba" en lugar de "por la banda", o cuando utiliza su fino humor negro: "lo que no puede ser no puede ser, como el fútbol para ciegos", o su lado más rosa "se han juntado el hambre y las ganas de comer", los susodichos están buscando piso tras casi tres años de romance... La mejor, sin duda, fue la que nos entregó por capítulos hace ya un tiempito. Refiriéndose a un Guardia Civil dijo "tiene un nombre característico..." y tras pasarnos casi una hora diciéndole nombres de lo más extraños "Agapito, Ornaldo, Florencio...", se le enciende la bombilla y dice "Alejandro!!" "Alejandro? Eso es un nombre característico??" Lo peor de todo es que sigue manteniendo que Alejandro es un nombre poco habitual. En Sant Andreu todos se llaman Francesc. Todos menos Juan, el regente chino del bar Ideal. Por cierto lo del nombre Ideal viene de Idea en chino, y lo sabemos porque aparte de ser asiático y hablar fatal, es un tipo bastante ingenioso en los platos que prepara. Le puedes pedir una hamburguesa sin cebolla y con queso y te trae justo lo contrario, eso es cocina creativa y no lo que hace Ferran Adriá o Juli Alcoriza (para este señor tb tengo un proyecto empresarial interesante; mientras reúno el dinero suficiente lo mantengo en la cantera del Suquet de l´Almirall).

Vuelvo a liarme y aún no he dicho lo que quería decir. Lo de la empresa queda ahí con su plan de viabilidad esperando tiempos mejores y un mercado más maduro. Lo que sí va a tomar forma es nuestra revista-comunidad. No puedo avanzar mucho más. En breve os informaré detalladamente.

Yo siempre quise trabajar en el New York Times, así sin el The. Nunca fui de Herald Tribune, o de Washignton Post, ni si quiera del Daily Planet. Aunque con las veces que me hicieron cantar en las colonias "El Pequeño Supermán" de Perales bien podría haber sido una opción lógica. Pero no. Ya en la ESO fundamos Efectes Secundaris, por aquello de la secundaria. Sí, mi humor no ha cambiado mucho desde entonces.
Envíe mi currículum al New York Times justo al acabar Periodismo pero la cosa no funcionó. Luego me inscribí a la Borsa de Treball de la uni que es algo que rutlla a las mil maravillas y es un no parar de ofertas con jugosos sueldos. Dicho lo cual con el sarcasmo correspondiente. Así que decidí aprender a venderme mejor e hice Publicidad y RRPP, y más tarde el Doctorado en Política, Media y Sociedad. Y en todo ese tiempo no recibí ninguna llamada del periódico americano; pero deduje, en mi singladura por las licenciaturas, algo que sería definitivo: ande o no ande, hazte el farsante. Así que en vista que jamás recibiría una llamada del New York Times, decidí, concretamente el pasado martes 16 de Junio, crearlo. Y no sólo soy el fundador sino que también soy el Presidente y el Redactor Jefe, como lo he creado yo... Así que ya he cumplido mi sueño. Hasta tengo mi propia tarjeta con el logo en letras románicas (no sé si son románicas o maronicas, pero se parece al original bastante) David López, Fundador de Know Your Times, dicho rápido suena igual. "Está Zapatero? Que se ponga! Le llama David López, Fundador del Nkow Your Times" Inlcuso tenemos página web www.knytimes.com (de knytimes.com a nytimes.com, no hay tanta diferencia)

La lección de hoy es, amigos, que no hay nada que te impida cumplir tus sueños, porque somos unos bichos que viven como mucho 85 o 90 años, en un planeta que tiene 4500 años y al que le quedan otros 4500 años más. Y si alguien nos cuestiona, argumentaremos. Se lo dice el padre al hijo en "Gracias por fumar" cuando el niño le pregunta si puede escribir lo que quiera en su redacción escolar sobre el gobierno americano, el padre le responde "puedes decir lo que quieras, inlcuso criticarlo"; el niño cuestiona: "y si me equivoco?", y aquí viene la sentencia paterna: "eso es lo bueno de argumentar, si argumentas bien no te equivocas nunca".

Lo lamentable de todo esto es que es verdad. Como dice Arjona, "Si nunca dije la verdad fue porque la verdad siempre fue una mentira". El protagonista de "Gracias por fumar", dirigida por Jason Reitman (hijo de Ivan Reitman), Nick Naylor (Aaron Eckhart) es el portavoz de las grandes tabacaleras norteamericanas y pese a defender lo indefendible su capacidad para argumentar le lleva a salirse siempre con la suya.
Yo siempre suelo decir que todo, absolutamente todo, es argumentable. La cuestión es qué quieres creerte, a qué haces caso. Porque argumentar, aquí se ha argumentado hasta una guerra y eso no va de fumar o de crear un periódico, va de matar gente. Y aún hoy hay quien se cree los argumentos esgrimidos y el propietario de los mismos va por ahí dando charlas a razón de 60.000 euros la sesión.

Tuesday, May 12, 2009

Una bomba envuelta con un lazo de seda


No hay mayor libertad ni mejor bendición que poder escoger; tu ruta, tu camino, tu paso. Y cuando puedas hacerlo, siéntete dichoso, elegido, privilegiado, y disfruta del aroma que todos ansían, que todos esperan. Porque no hay mayor cárcel que la imposición. Así que ahora que encuentras frente a ti la carretera: ensánchate, revienta. Porque nadie va a decirte qué debes y qué no debes hacer, nadie va a minarte la conciencia, eres tú y tu libertad. Pero aún en ese instante perfecto no descuides tu cordura, tu razón, porque ha llegado el momento decisivo, el paso siguiente del manual de toda elección: saber qué puente tienes que cruzar y cuál el que debes quemar.

Hace tiempo que no escribo en el blog y quiero hacerlo para recomendar la biografía de Frida Kahlo, especialmente la que escribió André Breton después de hacer lo propio con Diego Rivera. En todos los autores que admiro siempre he encontrado referencias a ella. Sabina y Urquijo en “El Boulevard de los sueños rotos” “Diego Rivera lápiz en mano, dibuja a Frida Kahlo desnuda”; Ricardo Arjona en “Sin Mi” “…qué hace Frida sin sufrir”; o la maravillosa canción “El elefante y la paloma” de Pedro Guerra: “Por qué pienso que eres mío, si eres tuyo y Diego, si eres tuyo y Diego”. En esas referencias encontré el interés por esta mexicanita con el logo del PP sobre la mirada; y que conste que Frida tuvo un romance con Trotski, dicho sea de paso, con la mujer de éste en casa. Frida es una de las artistas más geniales del siglo XX, admirada por Picasso o por Dalí, su obra fue reconocida en vida por todo el mundo.

Así que después de leer su biografía, habrá quien se pregunte por qué Frida sufría por Diego, por ese Diego amante de todo y de todas; y muchos otros, como su padre, cuestionarán la boda entre “un elefante y una paloma”; incluso ella misma, en algún momento, postrada en la cama, quizá ya sin un pie, debió mirar dentro de sí e interrogar a esa parte del alma que entiende de olvido y que perdona.

Yo lo escribí sin saberlo una vez:
Porque amar no es atar,
no es tan extraño
es sólo la libertad
de querer estar amarrado


Y por último, hoy es noticia Antonio Vega, con quién mantengo una relación de amor odio parecida a la que tengo con Enrique Urquijo. Admiro a ambos, especialmente al segundo, y ambos me parecen que podrían encabezar la asociación TTT "Tanto tonto talento". No sé por qué alguien con tanto talento a la hora de expresar sus sentimientos y hacernos vibrar, puede ser tan imbécil de dejarse arrastrar por las drogas. Esto decía en una entrevista concedida a Pepa Díaz de la Agencia EFE en el 2002:
- ¿Cree que todo esto le ha dejado muchas secuelas?
- Toda la vida he disfrutado de una gran fortaleza y un buen fondo físico. Hacía deporte hasta los 25 años, era cinturón marrón de kárate y nunca pasé a cinturón negro porque quería hacer combate real y fue la causa de dos costillas rotas y dos nudillos machacados. Luego, fui alpinista mucho tiempo, también fui atleta: saltos de longitud, de pértiga. Pero desde que di el salto al campo profesional con Nacha Pop no me quedó tiempo para mantener la disciplina que requiere practicar un deporte. Después, lo que es el deterioro de la drogas, realmente, no me ha dejado muchas secuelas. Es decir, que no soy seropositivo, ni tengo una hepatitis crónica. Otras secuelas... estoy convencido de que sí, pero, por ejemplo, a la hora de crear, las drogas no sólo no me han perjudicado, al contrario, me han dado una visión de las cosas muy amplia.

Ahora ya sabéis: disco tributo, concierto homenaje, la canción de "La chica de ayer" cantada por los ochenteros de turno...
A todo esto, sólo voy a haceros una confesión. Cuando he leído la noticia en elperiodico.com he cogido rápidamente el móvil y he enviado el siguiente mensaje:
"Se confirma lo que tú y yo sabíamos hace tiempo: Antonio Vega está muerto".

Wednesday, February 18, 2009

Felicidades (Parte Primera)



Primero llegué yo, dos años antes, por aquello de ver cómo estaba todo. Supervisé que el sol estuviera peinado y en su sitio, que las nubes se balancearan adecuadamente y que el cielo tuviera su ración equitativa de claros y oscuros. Una vez comprobado el correcto funcionamiento del techo eché un vistazo al resto del ecosistema: las plantas, aprobaron todas el examen de fotosintesis y colorido; los perros y gatos, se perseguían velozmente y se dejaban acariciar en la mayoría de los casos; las moscas, molestaban y revoloteaban alrededor de la comida, tal y como marcaba el manual de buen funcionamiento de una mosca; las personas, eran amables y saludaban al pasar, alguno había enfadón pero resulta que eso no se puede cambiar; y así uno por uno con todos los seres vivos de este planeta. Proseguí con los edificios y los parques, con las esquinas de las calles, con las grandes avenidas y los pequeños callejones. Todo parecía estar imperfectamente en orden, en ese caos ordenado que es el mundo. Recorrí cada parte de la ciudad apuntando mentalmente todo lo que veía. No pude dejar constancia escrita de todo lo que ví porque no quería llamar la atención, no suele ser habitual que un pequeño bebé vaya, libreta en mano, observando y tomando nota de todo lo que pasa a su alrededor desde un carricoche. Entiendeme. A todo esto, haré un inciso para agradecer a mi madre (un saludo mamá!) por los largos paseos que dimos por tantos y tantos sitios, Dios sabe que hubiera sido imposible desarrollar mi misión desde mi cuna diminuta, sin salir a la calle. El hecho es que estuve dos años preparando tu llegada al mundo. He de decirte que no pude hacer nada con el odio y las guerras, pero para eso contaba con tu ayuda.

Una vez naciste no quise decirte nada. Dirás “tanto tiempo preparando y luego…”. Verás, una de las cosas que había aprendido en estos dos años de ventaja es que cada cosa tiene su momento y que a fuego lento se cocina mejor. Y que conste que me hubiera gustado enamorarme de ti en el parque, bajando por el tobogán, o quitándote tu cubito de arena o prestándote mi pala. Impresionarte haciendo la bomba en la piscina, mientras tú ponías la cara de la foto, rollo "me estoy haciendo pipí". O besarte con aparatos y esa fila de hormiguitas que cubrían tu labio superior. Y hacer contigo los deberes de Matemáticas. Bueno los de Matemáticas más bien me los hubieras hecho tú porque a mi nunca se me dieron bien. Pero me hubiera encantado darte tu primer beso o cogerte de la mano en el patio del colegio, incluso quedarme en el comedor sólo por verte. Hubiera estado bien ir al cine y que nos recogieran nuestros padres nada más salir, sin tiempo para discutir la película. Podría haberte echado de menos cada fin de semana retenido en Tarragona y escribirte cartas interminables de amor, ya sabes, “cuantas más hojas mejor”. Pasar largos veranos sin ti. O hacerte temblorosamente el amor, descubriendo cada parte de nuestro cuerpo. Darte mi adolescencia y mi acné, besarte con olor a clerasil. Invitarte a ver a los BackstreetBoys y llorar contigo porque Jack no cabía en la madera y se hundía en el mar, mientras la banda no dejaba de tocar. Ser tu novio formal y conocer a tus padres, ir a tu confirmación, coincidir en los torneos de fútbol y basquet en el Bosco. Dejar mi vida por ti cuando nos encontrábamos en la biblioteca y yo pensaba “ai, esa mirada intensa”, no sé. Ha habido tantas oportunidades de decirte, “amor, aquí estoy, báilame el agua, dame tu vida”. Y sin embargo después de tanto preparativo decidí esperar. Preferí que vivieras tu vida, que ensancharas el alma en otros brazos, que descubriéramos cada uno por su lado el amor y sus visicitudes. Simplemente pensé: que viva y (seguro de mi) luego compare.

24 años ya pequeñaja, ¡felicidades!
Seguiré preparando a fuego lento mis pequeñas cosas para intentar sorprenderte cada uno de los días que pase a tu lado. Felicitats peqe, nem a sopar?

Monday, January 19, 2009

Lo que la primavera le hace a los cerezos

La mañana te pasaba lenta en una de esas interminables y aburridas reuniones de trabajo. En ese momento cogiste el móvil y me pediste auxilio. Yo te respondí. "Mira por la ventana, ¿me ves sentado en la nube? He venido a buscarte; excúsate, sal volando, huye conmigo. Esta mañana es mejor donde yo te llevo." Y entonces lo dije: "Quiero hacer contigo lo que hace la primavera con los cerezos".

Así se lo dice Atilio a su amada en "El Tigre y la Nieve", ya sabes que es una de mis películas favoritas. Excéntrico y poeta, Atilio le roba el verso a Pablo Neruda. Es el poema nº14 de su "20 poemas de amor y una canción desesperada". Pero es lo que pasa en el "Cartero y Pablo Neruda", "la poesía no es de quién la escribe, es de quién la necesita". ¿Cuántas veces hemos repetido esta frase?Así que va de hurtos. El cartero y Atilio a Neruda, yo a Atilio. Y tú luego me las robas a mí, ¿apostamos? : )

Te lo repito pequeñaja: "Quiero hacer contigo lo que hace la primavera con los cerezos". Y, ¿qué les hace? Los hace florecer, les inyecta la vida, les despierta del letargo del invierno, de los días de otoño, les reinventa, les hace el amor. La primavera necesita del cerezo tanto como el cerezo de la primavera. Amores recíprocamente perfectos, únicos e irrepetibles.

Friday, January 09, 2009

Yo quiero...



No me gusta colgar aquí mis canciones. Pero hoy voy a hacer una excepción.
Dicen que las canciones las acaba de escribir quién las escucha, porque se las adueña, las hace suyas y se las aplica a su vida, a sus circunstancias; para cada uno la misma frase tiene distinto significado. Y ahí está la magia.
Sirva de paso para cumplir algún trato pendiente.

Hoy quería recordar lo que yo quiero hacer en esta vida. Y aquí lo explico.


Las manos del viento
me guardan los sueños
que encuentro en tus ojos
perdidos, sin dueño

y a veces quisiera
contarte uno de ellos
ya sé que te gusta
escuchar lo que invento

he venido tan sólo a decirte
una cosa tan simple
que ya ni me acuerdo
debe ser que de tanto pensarlo
la he descuidado
entre mis pensamientos

la verdad, para serte sincero,
no sé si lo ha dicho alguien primero
nunca he sido muy original
en esto de hablar sobre mis sentimientos

que yo quiero trenzar huracanes en tu espalda
quiero descubrir a qué saben tus madrugadas
quédate a dormir, escoge un lado de la cama
y una vez aquí, ya veremos lo que hacemos
por debajo de las sábanas
yo quiero ser contigo la parte de la balanza
que equilibra el mundo: tantos besos por tantas balas
hazme el amor como venganza
por tanto sueño herido, por tanta muerte vana

que yo quiero trenzar huracanes en tu espalda
desde la primera fibra de mi cuerpo
hasta la última nube de mi alma


David López Aranda

Thursday, January 01, 2009

Primavera



Yo también sufro tu misma dolencia: no quiero dormirme. Odio el momento en el que mi sien golpea contra la almohada y mis ojos van poco a poco apagándose. No soporto esa despedida cotidiana, ese adiós a la cordura que cada noche protagonizo. Cerrar la luz es cerrar también, por defunción o cansancio, la parte racional de mi. Y es que justo en ese instante, no sé de qué manera infame, me invaden los fantasmas que llevo escondidos dentro. Y me golpean el corazón contra las costillas. Y me desguazan el alma y el estómago. Y deliberan de nuevo sobre aquello que anoche, en el momento de acostarme, ya dejé visto para sentencia. Es ahí cuando despierto encharcado en sudor y lágrimas, deshecho y diminuto. Y es entonces cuando reviso el manual de supervivencia de todo ser humano y Benedetti me recuerda, brillante y oportuno, que “el olvido está lleno de memoria” y que eso “no es victoria, sobre el mal ni sobre nada”, porque, sentencia el poeta, “no olvida quién finge olvido, olvida quién puede olvidar”. Es ahí cuando me prometo que mañana no volveré a dormirme.

Has escogido enrolarte en el bando vencido, en el batallón de los perdedores. Tu vida será, hoy y siempre, una montaña rusa de emociones. Prepárate para entender que nadie como tú sentirá el calor de estar enamorada, y que pocos comprenderán que ese mismo sentimiento te desaloje por dentro, sin aviso ni orden judicial. Ya es hora que sepas que no existen ventanillas donde poder reclamar. Que el último trago siempre es amargo y quizá por eso te sepa tan dulce la próxima copa. Pequeña bambina, somos el bando vencido, pero no hay guerra ni mal que cien años dure. Así que abre bien tus ojos y pon alerta tus sentidos, porque desde tus cuarteles de invierno ya se oye, acercándose de nuevo, inundándolo todo con su perfume de rosas y margaritas, para ti en exclusiva: la primavera.

Bon any i Bon vent.