El derecho de admisión queda abolido. Sólo podrán asistir a la Fiesta de Blas todos aquellos/as que asistan a la fiesta. Sino se asiste, no se puede asistir. Porque para hacer lo que hay que hacer, hay que hacer lo que hacer. Ya lo dijo Fernando Martín.
Sunday, November 26, 2006
Shhhhh...
La parte más bonita de la canción te hace reír, lo cuál me parece lamentable, pero sé que en el fondo te gusta, porque cuando empiezo las frases tú las acabas por mí. De cualquier manera, creo que el estribillo es un buen ejercicio de autoreafirmación. No sé si existe la palabra, pero ya me entiendes. Tenemos esa fuerza dentro, eso que nos hace indestructibles. Y de acuerdo, en otra canción lo digo: "hasta el hombre más fuerte puede romperse si le arañan por dentro". Pero aún así, no hay tormenta capaz de negarnos el sol mañana, ni es bastante el mar para apagar nuestro fuego. Y a eso se le llama sensibilidad. El antónimo del egoísmo. Somos capaces de ver ese universo de pequeñas cosas. Somos el bando vencido, incluso mucho antes de empezar la batalla. Nubes contra cemento. Pero pase lo que pase, no habrá miseria suficiente que acabe con nuestras ganas luchar, de enfrentarnos de nuevo al misterio de unos labios abiertos.
Te regalo el estribillo, compañera.
(...)
Falta espacio en el universo
para guardar todo lo que siento
no hay tormenta
que oscurezca
ni una nube de mi cielo
no es suficiente el sol para secar mi alma
ni es bastante el mar para apagar mis llamas
dame un desierto
el más grande que encuentres
y yo te lo lleno
de versos cien veces
un desierto entero
(lleno) de versos de agua
como en aquellos días
con su nombre
Hacen falta diez corazones dentro
para sentir como yo siento
(...)